MODELO DE REGRESIÓN LINEAL PARA DETERMINAR EL RENDIMIENTO AGRÍCOLA

El rendimiento agrícola experimenta importantes cambios de un año para otro. El clima es un recurso natural que influye en dichos cambios de forma distinta según el cultivo y su situación geográfica. Para ellos se usan modelos de regresión lineal que describen la respuesta de distintos cultivos al clima y se analiza el impacto del cambio climático en la producción agrícola.

Se ha estimado el siguiente modelo para cada cultivo y provincia:

Yt= b0+b1* Maqt +b2*Tmeit + b3*Frozit +b4*Plutit +b5 *Tmaxit + Ɛt i=1,..,12(meses); t= año;

La variable dependiente del modelo de regresión lineal:

  • Yt: se define como el logaritmo del rendimiento agrícola en año t (para evitar la no estacionariedad en varianza).

Las variables explicativas se introducen por bloque para evitar problemas de multicolinealidad:

  • Maqt: índice de mecanización (numero de caballos de maquinaria utilizada en la agricultura).
  • Tmei: temperatura media del mes i.
  • Frozi: número de días de helada en el mes i.
  • Pluti: precipitación total del mes i.
  • Tmaxi: temperatura máxima del mes i.
  • Ɛt: recoge los residuos de la regresión.

En ocasiones se introducen al modelo de regresión lineal variables ficticias para el tratamiento de datos anómalos:

  • Impt: impulso año t (vale 1 si año t y 0 resto).
  • Esct: escalón año t (vale 1 si año >t y 0 resto).

Para determinar los coeficientes de regresión lineal se hace una estimación de parámetros por mínimos cuadrados  que va a producir estimadores óptimos (aplicando el teorema de Gauss-Markov) para ello vamos a calcular un hiperplano de regresión de forma que se minimice la Varianza residual    Min Ʃ (Yi-Yj^)2.

Con estos coeficientes, obtenidos por mínimos cuadrados, conseguimos el modelo  que más se aproxima al rendimiento agrícola obteniendo así  una predicción que será la que más se ajuste a la realidad.

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RIESGOS EN LA APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS

El término producto fitosanitario engloba todas las sustancias destinadas a la protección de los cultivos y, según la finalidad que persigan, se agrupan en: insecticidas, acaricidas, herbicidas, fungicidas, bactericidas, nematicidas, rodenticidas y molusquicidas.

La manipulación de estos tipos de productos supone un riesgo de exposición de los trabajadores a las sustancias que contienen (principalmente a sus ingredientes activos, aunque también a disolventes, coadyugantes, etc.). Dicha exposición se produce tanto por vía dérmica, inhalatoria y digestiva, siendo la más importante la vía dérmica. La exposición se produce principalmente en las operaciones de mezcla, carga del producto y aplicación del mismo, aunque también se puede producir en las operaciones de limpieza y mantenimiento debido restos de producto.

Al igual que en todos los productos químicos el riesgo por exposición tiene dos componentes:

  • Toxicidad, que representa la peligrosidad intrínseca de los ingredientes activos.
  • Exposición al fitosanitario, que depende principalmente de las condiciones en las que se utiliza y el tiempo que se está expuesto.

Cuanto mayor sea cada uno de estos componentes mayor es el riesgo para la salud. Este riesgo se traduce en una intoxicación, pudiéndose ser de dos tipos:

  • Intoxicación Aguda. Ocurre cuando el fitosanitario entra en el organismo en una única dosis y produce efectos nocivos en un plazo máximo de 24 horas.
  • Intoxicación Crónica. Ocurre a largo plazo como consecuencia de una exposición durante largos periodos de tiempo, de forma que estas pequeñas dosis se van acumulando en el organismo del trabajador, hasta que se comienzan a manifestar síntomas de intoxicación, siendo estos muy peligrosos y a menudo irreversibles.

Para evitar o minimizar estas intoxicaciones es necesario limitar todos los riesgos que puede comportar su aplicación para el ser humano y para el medio ambiente. Estos riesgos pueden ser de dos tipos:

  • Origen mecánico. Atrapamiento de las manos o de otras partes del cuerpo con elementos en movimiento (transmisión, correas,…) o en articulaciones (plegado de las barras del equipo pulverizador), caídas provocadas cuando se accede o se baja del equipo, excesivo ruido ocasionado por el funcionamiento del ventilador de la máquina, etc.
  • Origen químico. Las salpicaduras durante el llenado del depósito, inhalación o contacto durante la aplicación, pérdidas de producto por la rotura de juntas o conducciones a presión, contacto con el producto durante el vaciado o la limpieza de la máquina.

Para prevenir estos riesgos a la hora de aplicar un producto fitosanitario, el aplicador debe cumplir los siguientes requisitos y recomendaciones.

  • Disponer de la acreditación que autoriza al trabajador para manipular fitosanitarios (Carnet de Manipulador de Productos Fitosanitarios)
  • Cumplir las normas de transporte, almacenamiento y correcta gestión de los caldos excedentes y de los envases vacíos.
  • Leer detenidamente el manual de instrucciones proporcionado por el fabricante del equipo, y la etiqueta del producto a distribuir.
  • Llevar su Equipo de Protección Individual (EPI): mascarilla, mono impermeable, gorro o sombrero impermeable, guantes y botas, tanto durante la preparación de la mezcla, como durante la aplicación y posterior limpieza de la máquina.
  • Regular bien la máquina, revisarla periódicamente y realizar un buen mantenimiento de sus componentes.
  • Realizar la aplicación en condiciones meteorológicas adecuadas, evitando días con viento, las horas más cálidas del día y nunca con temperaturas superiores a 30º C.
  • No comer, beber, fumar o ir al servicio durante la aplicación, y lavarse bien antes de hacerlo.
  • En el caso de ser una zona transitada informar con un cartel visible en la zona dónde se va a trabajar, indicando el producto qué producto se emplea, la zona concreta de trabajo y el plazo de seguridad.
  • La máquina para la aplicación de fitosanitarios deberá ir provista de:
    • Protección de los elementos de transmisión de la potencia al tractor (toma de fuerza) y en la aspiración y en la impulsión del ventilador.
    • Accesos con base antideslizante y de dimensiones normalizadas, para evitar posibles caídas al acceder al equipo al bajarse del mismo.
    • Depósito de agua limpia, para que el aplicador pueda lavarse en caso de contacto accidental con el producto fitosanitario.
    • Orificio de vaciado de la máquina provisto de grifo, para una vez finalizada la aplicación poder limpiar correctamente el depósito de fitosanitarios.
    • Es recomendable también que dicha máquina de aplicación lleve un incorporador/agitador de productos fitosanitarios, mandos eléctricos para evitar la presencia de tuberías a presión con líquido de pulverización cerca del trabajador y cabina presurizada con sistema de filtración en el tractor.
    • La máquina debe llevar la marca CE para asegurar que cumple con todos los requisitos de seguridad. Éstos se encuentran recogidos en la norma europea UNE-EN 907.

Autor: Álvaro Álvarez García

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MANTENIMIENTO DE REDES DE RIEGO MODERNIZADAS

La red de riego es el conjunto de elementos encargados del transporte del agua desde la estación de bombeo o punto de suministro general, hasta los hidrantes situados en las parcelas, y donde el regante enganchará su instalación de riego.

La tubería que forma esta red de riego puede ser de dos materiales distintos:

  • PRFV, normalmente se utiliza para diámetros superiores a 400 mm.
  • PVC, utilizado para diámetros inferiores.

En la red de riego también encontramos varios tipos de piezas especiales como son:

  • Tes, cuando la tubería se divide en dos ramales.
  • Cruces, se utilizan en aquellas zonas donde la tubería se divida en tres ramales
  • Codos, utilizados para poder llevar a cabo ángulos pronunciados de la red
  • Reducciones, cuando cambiamos de un diámetro a otro distinto, y no tenemos ninguna otra pieza especial.

Situados en la superficie y colocados en arquetas prefabricadas podemos encontrar los siguientes elementos:

  • Válvulas de corte
  • Ventosas
  • Hidrantes

Normalmente todas estas piezas son propiedad de la Comunidad de Regantes, pero se deben cuidar como si fueran instalaciones propias de cada regante, ya que los costes de su mantenimiento los asume la Comunidad, y estos costes al final se ven reflejados en los regantes.

A continuación se muestran unos consejos para una buena conservación de la red de riego y poder solucionar los problemas que puedan surgir durante la campaña de riego en la mayor brevedad posible.

Válvulas de corte

  • Estas válvulas están situadas al principio del ramal y sirven para que en caso de fuga se pueda cortar el agua del ramal y no perjudicar al resto de la red.
  • Es recomendable que las inmediaciones de la arqueta no esté arada y quede libre de obstáculos para una rápida actuación en caso de fuga, ya que el  tiempo es muy importante en estos casos.

Ventosas

  • La función de las ventosas es dejar salir el aire acumulado en la red de riego en el proceso de llenado y meterlo en el proceso de vaciado para evitar deformaciones de la tubería.
  • Al igual que las válvulas de corte la arqueta tiene que estar limpia a su alrededor y libre de obstáculos para una buena y rápida actuación.

Hidrante

  • Este elemento es el más importante de la red. Se sitúa en la parcela del agricultor y es desde donde el regante engancha su instalación para poder regar, ya sea pívot, aspersión o goteo.
  • Es muy importante que el acceso al hidrante sea el adecuado y esté bien cuidado, ya que dentro de los elementos de la red de riego es el que más se visita durante la campaña de riegos. El tiempo de respuesta en caso de fallo del mismo se ve reducido si el acceso es el adecuado, por lo que se vuelve a poner en funcionamiento en muy poco tiempo.

 

De lo anteriormente expuesto se deduce la importancia que tienen los caminos o sendas para poder acceder al hidrante e incluso a las válvulas de corte. Es recomendable que se encuentren en buen estado para aligerar tiempos de espera por posibles fallos o fugas en la red.

Casi todos los hidrantes se encuentran situados en sendas, por lo que estas no deben de estar aradas ni sembradas, se deben de mantener libres para poder acceder con un vehículo. Se debe dejar una senda de una anchura libre aproximada de 3-4 metros.

Tanto las arquetas del hidrante como la instalación es aconsejable que estén limpios de maleza y escombros a su alrededor. Esto mejoraría la vida útil tanto del hidrante como de la instalación del agricultor.  

En conclusión, un buen mantenimiento de las instalaciones de la red de riego, alarga su vida útil y reduce los tiempos de actuación en caso de fallo en riego o fuga en la red.

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