La FAO presenta un servicio de estadística agrícola

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) permite que con herramientas de nueva generación se puedan dedicar un momento a reflexionar sobre las nuevas estrategias para la difusión de la información. Y es que, a pesar de que Internet es cada vez más rápido, la información es costosa de generar debido a la equipación y habitualmente difícil de comunicar por la cobertura en campo.

Para hacer el acceso a esos datos más fáciles, la FAO ha presentado una nueva y renovada página web de FAOSTAT, haciendo aún más accesible para el uso público la base de datos estadísticos más completa del mundo sobre alimentación, agricultura, pesca, silvicultura, gestión de recursos naturales y nutrición.

La web incorpora mejoras tecnológicas así como diversas herramientas fáciles de usar, compatibilidad con dispositivos móviles y nuevas opciones de descarga que mejorarán la el uso del usuario.

FAOSTAT ofrece acceso gratuito, abierto y sencillo a series y datos de 245 países y territorios desde el año 1961. Recibe habitualmente unas 200 000 visitas mensuales de estadísticos nacionales, funcionarios gubernamentales, investigadores, sector privado, agencias internacionales, sociedad civil y medios de comunicación de todo el mundo.

Puede accederse fácilmente a FAOSTAT a través del siguiente enlace: http://www.fao.org/faostat/es

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La materia orgánica en los suelos agrícolas

Los complejos arcillo-húmicos se forman por la combinación de arcillas y de humus, los dos en estado floculado, seguido del trabajo de los microorganismos del suelo, y sobre todo de las lombrices, que gracias a su presencia en medio líquido pueden unir estas moléculas (negativamente polarizadas) por un catión bivalente: el calcio (Ca2+).

La actividad química de un suelo depende de la importancia que tenga el complejo arcillo-húmico, es decir, de su contenido en arcilla, materia orgánica y calcio. Pero, también depende del tipo de arcillas, que tienen una estructura en forma de láminas. Si estas láminas están separadas presentan más superficie activa y los suelos tienen una mayor fertilidad.

La materia orgánica influye en las siguientes propiedades físicas:

  • Mejora la porosidad del suelo, facilitando la aireación y respiración de las raíces.
  • Mejora las tareas de labranza al aumentar la esponjosidad del terreno.
  • Aumenta la infiltración y permeabilidad del suelo.
  • Aumento de la capacidad de retención de nutrientes del suelo, o lo que es lo mismo, aumento de la fertilidad del suelo.
  • Estructuración del suelo, contribuyendo a su estabilidad, compactando los suelos arenosos, y disgregando los suelos compactos.
  • Aumento de la capacidad de retención de agua, proporcionando una mayor resistencia a la sequía.
  • Protección contra la erosión por el aumento de retención de agua y el favorecer el crecimiento de raíces, combatiendo así problemas de desertización.

Y también en mejora estas propiedades químicas:

  • Aumenta la capacidad de intercambio catiónico. Ofrece mayores posibilidades en la nutrición de las plantas.
  • Retiene y facilita la absorción de nutrientes por las plantas. De esta forma impide que se lixivien con el agua de lluvia o de riego.
  • Estimula el crecimiento de las plantas. Aporta enzimas estimuladoras del crecimiento.
  • Aumenta la disponibilidad de micro y macro elementos.
  • Favorece la formación de compuestos orgánicos con el hierro (Fe), manganeso (Mn), cinc (Zn), cobre (Cu) y otros, facilitando su absorción por la planta.

Las principales acciones de la materia orgánica sobre las propiedades biológicas son:

  • Estimula el crecimiento y actividad de la flora microbiana del suelo.
  • Mejora la capacidad de germinación de las semillas.
  • Mejora los procesos de intercambio energético en las plantas.
  • Aumenta el rendimiento de los cultivos.
  • Favorece su oxidación para la formación de compuestos asimilables por las plantas.
  • Durante muchos años los abonos orgánicos fueron la única fuente utilizada para mejorar y fertilizar los suelos.

Es muy importante concienciar al sector agrícola de la importancia de realizar aportes regulares de materia orgánica en las explotaciones, que se traducirán en una mejora del suelo, aumentando la calidad y el rendimiento de las cosechas.

Cultivo del pistacho

El árbol del pistacho es el alfóncigo, pistachero o pistacho (Pistacia vera). Es un árbol originario de Asia Central y Asia Menor, que se introdujo en Italia, proveniente de Siria, en el siglo I.

Posteriormente se extendió al resto de países del Mediterráneo. Se sabe que los egipcios, los romanos y los griegos ya cultivaban la planta del pistacho miles de años atrás.

El pistachero es un árbol longevo, que puede vivir entre 150 y 300 años, de copa amplia y de espesa ramificación. Su altura varía de los 5 a los 7 metros, y se trata de una especie adaptada a climas templados o cálidos y poco lluviosos. Existen varios tipos de pistacho, que se clasifican en función de la zona de cultivo.

El fruto tiene una cáscara exterior dura y una semilla con una piel de color morado y la pulpa verde. Cuando el fruto madura, la cáscara se vuelve amarillenta y se rompe, abriéndose.

La floración se produce a finales de abril o principios de mayo, mes y medio más tarde que la de los almendros. Su rendimiento está estimado en unos 1.200 kg/ha y los costes de producción no son elevados, puesto que no precisa ni de un solo tratamiento, a lo que hay que añadir la inexistencia de plagas por tratarse de un cultivo nuevo. Las zonas altas, en las que corre el viento y no hay humedad, y orientadas al sur son las más adecuadas para el pistachero. La planta necesita 3 años para finalizar su proceso de desarrollo.

Existen dos variedades principales: Kerman de tipo tardío (recomendada en riego) y Larnaca más temprana. Otras menos usuales son: Kastel, Mateur y Avdat.

Requiere un clima continental acentuado, es decir, inviernos fríos y con cierta precipitación y veranos secos y calurosos.

Puede desarrollarse en una amplia gama de suelos (pobre, calcáreos, altamente alcalinos o ligeramente ácidos, salinos…), aunque prefiere los franco-arenosos, profundos, bien drenados, con valores de pH comprendidos entre 6 y 8.


El contenido calcáreo no debe ser inferior del 10%, siendo muy importante este elemento en la formación de los frutos, al tratarse de una especie especialmente calcícola.

Soporta muy bien el zinc, pues sus raíces lo absorben selectivamente.

En terrenos profundos y fértiles (poco empleados para el pistachero) se obtienen muy buenos resultados, llegando a duplicar la producción.

Ventajas:

  • Resistente a la sequía, caliza y salinidad
  • Resistente al frío invernal y heladas primaverales (floración tardía)
  • Cultivo altamente mecanizable
  • Adaptado a agricultura a tiempo parcial
  • Polinización anemófila
  • Elevada longevidad
  • Elevado potencial productivo

Inconvenientes:

  • Multiplicación difícil
  • Viverismo incipiente (muy limitadas posibilidades de elección de material vegetal)
  • Lenta entrada de producción
  • Fuerte tendencia a la alternancia
  • Post-recolección cuidadosa (cultivo que se abre de forma espontánea para dispersar su contenido)
  • Incidencia de enfermedades criptogámicas en ambientes húmedos (enfermedad causada por hongo)
  • Especie dioica (necesidad de machos)
  • Producción de frutos vacíos