Índice de estrés hídrico del cultivo (CWSI)

El modelo físico utilizado para calcular el índice de estrés hídrico del cultivo (CWSI) se basa en balances energéticos que tienen en cuenta la tasa de transpiración actual de un cultivo mediante la medición de la temperatura del dosel y el déficit de presión de vapor.

El dosel de un cultivo es una estructura compleja formada por la distribución espacial de las hojas que forman el cultivo. El dosel actúa como captador de radiación y como intercambiador de vapor de agua y CO2. La estructura de un dosel ejerce influencia en la temperatura, concentración de vapor y régimen de radiación en el medio ambiente de la planta, y afecta a los procesos de fotosíntesis, transpiración, alargamiento de células, crecimiento y competencia entre especies. La inclinación, distribución y orientación de la hoja pueden ser importantes para determinar la intercepción de radiación.

El objetivo de este modelo es poder utilizarlo en la programación del riego en los cultivos agrícolas. El método CWSI se ha utilizado en regiones áridas y semiáridas con buenos resultados.Este método, también se puede utilizar en regiones con clima húmedo, donde los cultivos requieren riego en la época seca y la radiación solar es alta.

El CWSI se basa en la teoría del balance de energía en una superficie, las funciones lineales del diferencial de temperatura entre el cultivo y el aire y el déficit de presión de vapor, las cuales dependen del cultivo y las condiciones atmosféricas.

El agua evaporada por una superficie vegetal funciona al mismo tiempo como un estabilizador de la temperatura de las hojas ante la demanda evapotranspirativa de la atmósfera. A partir de esto, Jackson et al. (1981) presentaron la teoría del balance energético que separa la radiación neta en calor sensible del aire y calor latente que incide en la transpiración.

Cuando el cultivo se somete a estrés hídrico, los estomas se cierran, la transpiración decrece y la temperatura de la hoja aumenta.

Cuando una planta transpira sin estrés hídrico, la temperatura de la hoja es entre 1 – 4°C menor que la temperatura ambiental, en este caso el índice de estrés hídrico del cultivo (CWSI) es 0.

Cuando la transpiración decrece, la temperatura de la hoja asciende y puede alcanzar de 4 a 6°C más que la temperatura del aire. En este caso, el déficit hídrico es alto, la transpiración de las hojas se ve drásticamente reducida con el incremento de la temperatura foliar. Cuando la planta está muerta o no transpira durante mucho tiempo el CWSI es 1.

El índice de estrés hídrico del cultivo según Idso (1981) y Jackson et al. (1981) está definido como:

CAC_CWSI

Se espera que el CWSI varíe entre 0 a 1 cuando las plantas van de una condición bien regada a una condición totalmente estresada.

http://www.scielo.org.mx/

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Guía del seguro agrario 2017

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), ha editado la Guía del Seguro Agrario 2017, con el fin de dar a conocer el Sistema Español de Seguros Agrarios e informar sobre las posibilidades que ofrece para los productores agrarios, destacando las novedades incluidas en el 38º Plan de Seguros Agrarios Combinados, aprobado por el Consejo de Ministros el 16 de diciembre de 2016.

Este Plan prevé un presupuesto de 211,27 millones de euros para subvencionar los seguros agrarios durante el presente ejercicio, consolidándose así el aumento del 6% logrado en el ejercicio 2016.

Consultar la Guía del Seguro Agrario 2017

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La Guía del Seguro Agrario es una pieza clave en la política de comunicación del Departamento en esta materia. En sus 48 páginas, ofrece la información básica sobre el funcionamiento del Sistema Español de Seguros Agrarios y detalla todas las producciones y riesgos asegurables al amparo del 38º Plan.

Entre otras novedades, el nuevo Plan contempla la implementación del nuevo mapa de aprovechamientos en el seguro de compensación por pérdida de pastos, la adaptación de la garantía de desabejado repentino por abejaruco en el seguro de apicultura y la actualización de las bases de datos de rendimientos.

Esta guía está estructurada en seis capítulos, correspondientes a otros tantos aspectos del Seguro Agrario, entre los que cabe destacar el dedicado a la subvención para la contratación de los seguros agrarios (capítulo 2), que explica la nueva normativa recogida en el Real Decreto 425/2016, de 11 de noviembre.

También se incluyen capítulos dedicados a los seguros para producciones agrícolas y forestales y para producciones ganaderas y acuícolas (cuarto y quinto, respectivamente), en los que se exponen aspectos concretos de cada línea de seguro, como las producciones y riesgos asegurables, fechas de inicio de la suscripción o los niveles de subvención previstos en el 38º Plan.

La publicación en papel, con una tirada de 13.000 ejemplares, va a ser distribuida en fechas próximas entre las diferentes entidades interesadas en el Seguro Agrario (comunidades autónomas, subdelegaciones del Gobierno, organizaciones profesionales agrarias y organizaciones de cooperativas agrarias, AGROSEGURO, etc.).

Referencias bibliográficas

http://www.campocyl.es/category/girasol/la-rentabilidad-del-girasol-en-regadio-indiscutible/

Rentabilidad del girasol en regadío

La rentabilidad del girasol en regadío

José Ángel Cortijo, responsable Zona Noroeste de Fertiberia

El agua sigue siendo noticia, por su ausencia, y ello obliga a recomponer en buena medida el tablero de juego. La CHD está hablando de dotaciones de agua que en algunos puntos no cubren el ciclo del maíz, y en ese contexto aparecen en el horizonte alguna alternativa, como el girasol, que se nos antoja una opción muy sólida en los regadíos.

Ventajas del girasol.  Las necesidades de agua del girasol pueden entrar dentro de las previsiones de la confederación y cabe considerar otra serie de ventajas, como su buen papel en las rotaciones. Como sabe el agricultor, el girasol se siembra lejos de los ‘picos’ de trabajo, deja el suelo en muy buenas condiciones…

¿Abonar el girasol? Aunque parezca contrario a la costumbre, es necesario fertilizar este cultivo. Muchas veces olvidamos que el girasol es un gran extractor de nutrientes; un gran esquilmante de suelos. Pero no se trata de un inconveniente; basta con ser conscientes de esta realidad y aportar los  elementos extraídos antes o después del cultivo para no agotar las reservas del suelo. El girasol no vive del aire y, de hecho, necesita más unidades de nitrógeno por tonelada de producción que el trigo.

Lo primero, conocer el suelo.  Como siempre se destaca en esta sección, lo primordial es realizar un análisis de suelo para interpretarlo y conocer qué nutrientes debemos aportar al suelo. Recordemos a este respecto que los análisis realizados con anterioridad pueden tener una validez de entre dos y cuatro años.

¿Qué fertilizante?  Para el abonado de fondo debemos escoger el fertilizante NPK más adecuado para el cultivo y el suelo. Además, deberemos incluir en el abonado un nutriente tan importante como el azufre, que permitirá incrementar el porcentaje de grasa de la pipa: un capítulo muy relevante a la hora de cobrar ese girasol. Debemos recordar que el cultivo está primado por la calidad, como sabe el agricultor castellanoleonés, con una arraigada cultura de obtener elevadas calidades de la pipa, tanto en alto oleico como linoleico. De nuevo, es una ocasión para agradecer el trabajo desarrollado a lo largo de muchos años en capítulos como la genética. Y es que hoy en día el agricultor acude a su proveedor y demanda tipos concretos de semilla, algo que era impensable hace doce años. Es importante que el azufre que demandamos con ese objetivo sea asimilable, de lo cual podremos cerciorarnos atendiendo al etiquetado: deberemos leer ‘azufre soluble al agua’.

Atención al boro.  Otro nutriente muy importante para el girasol, sobre todo en regadío, es el boro. Este elemento ayuda a la floración y cuajado de la planta, de modo que consiga una buen llenado del capítulo. Se trata de un elemento que con carácter general no está presente en los suelos, y que no suele ser aportado por los agricultores.

No hagamos esperar al nitrógeno.  Ante el abonado de cobertera es absolutamente crucial un adecuado manejo del nitrógeno, ajustándonos a su curva de absorción. En el girasol el momento de la absorción es temprano y por esa razón su aporte también debe ser temprano, para que la planta lo aproveche al máximo en su desarrollo. Es decir, conviene desterrar prácticas como esperar a que la planta ya esté desarrollada para aplicar el nitrógeno. En este sentido una opción interesante es abonar con nitrosulfato, que aprovecha la sinergia de nitrógeno y azufre en su absorción y en la penetración de la planta. Son buenas prácticas para el abonado de un cultivo que ha dejado de ser el patito feo del campo regional.

girasol

http://www.campocyl.es/category/girasol/la-rentabilidad-del-girasol-en-regadio-indiscutible/

Sembradora digital

La tarea que deben realizar las maquinas sembradoras es colocar en el terreno las más diversas clases de semillas sin dañarlas y a una profundad uniforme ya sea sobre todas las superficies que abarque el campo o sobre las líneas equidistantes. Las sembradoras se pueden calificar según el sistema de siembra requerido en a Voleo que consiste en la distribución de las semillas al azar; en líneas o chorrillo que es la distribución aleatoria de las semillas dentro de un surco y cubriéndolas para así dar líneas definitivas; a golpes que es la colocación precisa de cada semilla a una distancia determinada, siempre en línea.

No existe un solo tipo de sembradora, las mismas pueden clasificarse según el sistema de sembrado requerido; están las sembradoras a voleo, las sembradoras en línea y las sembradoras a golpes y de monograno. Las primeras se encargan de depositar de forma uniforme las semillas sobre toda la superficie a sembrar, una vez que realiza este trabajo, las entierra utilizando sus gradas con púas y rulos. Este tipo de máquina se divide en dos: las de descarga libre y las centrífugas, su funcionamiento como su construcción no son para nada complejas.

Las sembradoras de descarga libre son análogas las cuales no cuentan con tubos de caída por ende dejan caer la semilla libremente a pocos metros del suelo; en su parte posterior encontramos una grada de púas y rodillos que entierran la semilla depositada.

Las sembradoras centrífugas, por su parte, son parecidas a las abonadoras del mismo tipo, tiene como principal ventaja una buena precisión al repartir las semillas, pero cuenta con problemas similares a los de la siembre manual; un consumo excesivo de semilla. Las sembradoras a voleo son apropiadas para trabajar con semillas pequeñas. Las sembradoras a golpes colocan de forma intermitente una determinada cantidad de granos sobre cada línea de siembra, dejando a los granos separados entre sí a una distancia constante.

En cambio, las de monograno lo que tratan de hacer es colocar las semillas individuales a distancias exactas unas de otras, cuentan con la posibilidad de depositar un grupo de semillas siempre y cuando se cambien los platos. Este tipo de sembradoras depositan a profundidad uniforme y a distancias iguales el grano lo que nos permite entre otras cosas: ahorrar semillas, una productividad óptima debido al logro de una superficie exacta, mayor facilidad para llevar a cabo diversas tareas y excelentes condiciones de recolección.

Estas máquinas se caracterizan por su mecanismo de distribución el cual suelta la semilla individualmente, una tras otra, con intervalos regulares; sus distribuidores pueden ser tanto mecánicos como neumáticos.

Por último tenemos las sembradoras en línea o también conocidas como de chorrillo, las mismas depositan una cantidad determinada de granos de forma continua sobre cada línea, entre sus operaciones podemos describir el dosificar y depositar la semilla en el surco hecho por medio de sus distribuidores y de los tubos de caída. Estas máquinas abren los surcos para depositar las semillas a través de cuchillas circulares o con rejas las cuales siguen la superficie del terreno elevándose por encima de obstáculos que puedan aparecer. Este tipo de máquina es la que mejor entierra los granos, dicha operación se realiza mediante una reja, aunque también pueden emplearse rastras y cadenas; también, otra de las características principales se relaciona con la compresión del suelo alrededor de la semilla, esto se hace para favorecer el aumento de la humedad en dicho terreno.

Las sembradoras inteligentes, brindan varios datos, como cantidad de semillas por hectárea, distancia entre las líneas de siembra. Para lograr cuenta con sensores fotoeléctricos, conectados a la bajada de la sembradora. por su parte, otro dispositivo, basada en radares de microondas, mide la velocidad de avance real, que recurren al sistema de posicionamiento global (GPS).

Los datos pasan por una micro computadora que los procesa y lo muestra en un monitor, y el cual también cuenta con alarma.

La sembradora de dosificadores eléctricos, aumentan la precisión de la siembra, aumenta la productividad y el automatismo y se encamina a un cambio de paradigma en el sistema de siembra directa.

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https://boletinagrario.com/f796,tipos-sembradoras.html

http://www.abcpedia.com/construccion-y-materiales/sembradoras

https://es.wikipedia.org/wiki/Sembradora