La Huella Hídrica de Internet

Cada vez que revisamos nuestras redes sociales, enviamos un correo electrónico o miramos un video por Internet gastamos enormes cantidades de agua, según afirman los científicos. Un dato bastante importante en una época de gran escasez de este recurso vital en el planeta.

Según han alertado los investigadores del Imperial College de Londres, el año pasado hasta 200 litros de agua podrían estar involucrados en la descarga de 1GB de datos. Es una estadística impactante si se tiene en cuenta que en el 2015 un usuario medio de smartphone de Europa Occidental consumía 1,9GB de datos al mes, comparado con los 3,7GB de EE.UU., según un informe de la compañía Ericsson. En España el consumo medio va desde 1,5 GB hasta 3 GB.

 ¿Qué tiene que ver el agua e Internet?

En realidad más de lo que creemos, ya que la navegación en red produce un gran gasto en energía. El intercambio de datos que se produce cuando estamos en línea necesita de un proceso de climatización en los centros de datos que gestionan y almacenan los servidores, así como el mantenimiento operativo de todos los elementos electrónicos.

Gracias a estos centros de datos podemos conectarnos en cualquier parte del mundo cuando queremos, pero esto supone un gran gasto invisible de nuestros recursos naturales.

Aún hay muchos interrogantes sobre el estudio, aunque por la preocupante huella hídrica que podría causar Internet así como el impacto en el medio ambiente ‘es de gran utilidad hacer un estudio preliminar para empezar a revisar el problema’ según el especialista en tecnología Bill Thompson. Por su parte el científico Bora Ristic, ha hecho una llamada a la calma y afirma que hay que tener en cuenta el ‘amplio grado de incertidumbre’.

A pesar de que los datos aún no son determinantes, empresas como Microsoft, Apple, Facebook o Google ya hablan de tomar medidas para reducir el coste hídrico en el intercambio de datos.

Fuente

 

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Integral térmica en Remolacha azucarera y Patatas

Remolacha azucarera

El cero vegetativo de la remolacha se sitúa en 3ºC. En la siembra de otoño, en las fases más tempranas del desarrollo, la aparición de una hoja nueva está estrechamente relacionada con la integral térmica, apareciendo una hoja cada 30º- día. Una hoja aparece cada 4 días si la temperatura media diaria es de 10,5 ºC o cada 2 días si dicha temperatura media diaria es de 18 ºC. Esta aparición no se ve influenciada por la disponibilidad de nutrientes o agua. En cambio el desarrollo y la expansión de dicha hoja si se encuentran afectados por dichos factores.

En la siembra de otoño, se ha encontrado que la aparición de hojas y el desarrollo foliar ocurre con un integral térmica entre 40 y 50º- día en las primeras fases, siendo hasta 10 veces superior al final del ciclo.

La semilla germina con temperaturas de 7-9 ºC y la planta vegeta con temperaturas no mayores a 20ºC. Si bien cuando las plantas son pequeñas (4-6 hojas) las heladas pueden dañarlas, cuando crecen soportan perfectamente hasta -3ºC. La remolacha necesita 4ºC de temperatura en el suelo para germinar.

El grado de temperatura óptimo se halla sobre los 20-22 ºC. A partir de temperaturas medias de 25 ºC, la asimilación de la planta desciende, y puede cesar sobre los 35 ºC. De ahí que haya una paralización estival en la vegetación de la remolacha en nuestro país.

Si consideramos una temperatura base de 10ºC, para alcanzar el estado de emergencia son necesarios 130 ºC y para llegar a la madurez alrededor de 1500ºC.

Patatas

El umbral inferior de crecimiento se sitúa en torno a los 10ºC, y para la germinación la temperatura debe ser superior a 7ºC.  La temperatura óptima de crecimiento es de 15-18 ºC.

La patata necesita de 10.000 a 14.000ºC para madurar, dependiendo de la variedad. Los tubérculos sufren el riesgo de helarse en el momento en que las temperaturas sean inferiores a -2ºC. Si la temperatura es de 0ºC la planta se hiela, acaba muriendo aunque puede llegar a rebrotar.